SALUD

Trastornos Psicosomáticos

Por María Beatriz Muñoz Ruiz



Cuando comprendes ciertos conceptos de psiquiatría, te percatas de lo mal que vamos a terminar todos como sigamos llevando el mismo nivel de vida que hasta ahora pensamos que podemos llevar. A mi alrededor veo gente con dolores musculares, tos crónica, trastornos alimenticios y del sistema digestivo, cansancio, dolores de cabeza, depresión, parálisis facial… y no, no trabajo en un hospital, pero si nos detenemos a observar esos pequeños síntomas, nos damos cuenta que los mareos de nuestra amiga pueden proceder de la tensión y el estrés, ya que nuestro cuerpo está estrechamente conectado a nuestra mente. La tensión muscular puede provocar esa contractura o pinzamiento que te presiona las cervicales y provoca esos mareos, puede provocar dolores de cabeza, cuello o espalda. Por lo tanto, el estrés puede causar síntomas físicos aunque no exista enfermedad orgánica.

No digo que todas las enfermedades provengan del estrés, pero sí un tanto por ciento bastante elevado; a todo eso se le denomina Trastorno Psicosomático, que, podríamos definir como “todo síntoma o molestia que no encaja en ninguna entidad nosológica, y que, a falta de hallazgos biológicos justificativos, predominan los psíquicos, son trastornos físicos originados exclusivamente por factores psicológicos”.

Aunque no lo creáis, el estrés social o psicológico puede desencadenar o agraviar una amplia variedad de enfermedades como la diabetes mellitus, el lupus, la leucemia y la esclerosis múltiple, sin embargo, dependiendo de la persona, la importancia de las enfermedades o síntomas, varía.

También debemos tener en cuenta que, con el estrés o ansiedad, nuestro sistema inmune queda debilitado, por lo que somos una presa fácil para cualquier resfriado, o virus que pase cerca nuestra.

Tenemos que entender que nuestro cuerpo es una máquina magistralmente sincronizada, y que, si el estrés no nos deja dormir, la falta de sueño nos puede derivar en enfermedades orgánicas que intentamos tratar yendo al médico y no indagando en la raíz del problema.

Para que os hagáis una idea de hasta dónde puede llevarnos nuestro estado psicológico voy a nombraros brevemente los tipos de trastornos psicosomáticos con los que nos podemos encontrar:

·         Trastornos cardiovasculares: Enfermedad coronaria, hipertensión arterial.

·         Trastornos respiratorios: Asma bronquial, hiperventilación.

·         Trastornos inmunológicos

·         Trastorno endocrinológico: Hipertiroidismo, hipotiroidismo, hipoglucemia, diabetes.

·         Trastornos gastrointestinales: úlcera péptica, enfermedad de Crohn.

·         Trastornos dermatológicos: Prurito, hiperdrosis, alopecia areata.

·         Artritis reumatoide

·         Dolor crónico

·         Cefaleas

·   Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa, anorexia restrictiva y anorexia purgativa. Bulimia.

Muchas veces debemos detener nuestro mundo y pensar si merece la pena realmente creernos unas superpersonas, porque os tengo que decir que la mayoría de los superhéroes pertenecen a los comics. Lo más grave, es que muchas personas se comportan como robots automatizados para realizar todo lo que la sociedad ha impuesto, pero con esto os he demostrado que la salud mental es lo que puede fortalecernos o debilitarnos. Si no puedes hacer esas veinte tareas que debías hacer hoy, renuncia a algunas, sonríe, sal a la calle y respira profundamente, detente ante un atardecer y encuentra la felicidad en esas pequeñas cosas que han sobrevivido a tu lista. Pero lo más importante es que vosotros sois el espejo en el que van a mirarse vuestros hijos; estamos de acuerdo en que en esta sociedad tan competitiva, deseamos lo mejor para nuestros hijos, pero a veces, lo mejor no es apuntarlos a miles de actividades para que sean los mejores, a veces, lo mejor es pasar tiempo con ellos en casa, tener un ratito libre para poder hablar con ellos y que nos cuenten que tal les ha ido el día. En mi humilde opinión, creo que a eso se le llama dar una buena salud mental, eliminar el estrés de sus vidas y asegurarles un buen descanso físico y psíquico.


El IMC a revisión: ¿Juicio social o realidad?

Por Paolo Da Santos.

 


El índice de masa corporal, IMC o BMI, en sus siglas en inglés tiene su finalidad en medir la grasa en función de la estatura o el peso.

Hasta ahora ha sido algo valorado globalmente pero ya se están levantando importantes especialistas que lo comienzan a poner en tela de juicio e incluso algunas de las más importantes universidades del mundo están realizando estudios para revisar lo que hasta ahora se consideraba correcto.

Hasta hace muy poco el mayor Índice de Masa Corporal lo vinculaban a mayor riesgo de enfermedades crónicas como podían ser la hipertensión, la diabetes Tipo 2, la depresión y otras más y con las enfermedades cardiovasculares.

Ya son muchas las voces de especialistas y médicos que lo consideran que es más bien un juicio social que perpetua erróneamente el peso corporal y genera una importante discriminación social y laboral.

Estos opinan que este valor puede arrojar una información errónea dependiendo de la constitución muscular o la estructura de la persona, lo cual afecta a las personas con menos masa muscular, mayores y niños.

En este caso es un verdadero problema porque puede llevar a no obtener rangos saludables y acertados de la salud que pueden afectar al futuro desarrollo del niño y del adolescente.

Otros especialistas se mantienen en las teorías que introdujo el matemático belga Adolphe Quetelet, su creador en 1832 basándose en estudios estadísticos realizados principalmente sobre hombres europeos. Este primer índice recibió el nombre de Índice Quetelet, y debía ser una guía general a escala poblacional. Sin embargo, cuando el fisiólogo estadounidense Ancel Keys lo reintrodujo en 1972, empezó a aplicarse a las evaluaciones de salud individuales. Desde entonces, su uso se ha generalizado y se ha convertido en una parte estructural de la mayoría de estudios de ciencias de la salud actuales.

Si bien la OMS hasta ahora lo aceptaba como tal, ya se están levantando voces discordantes. Ahora sólo queda esperar ver como evoluciona este debate que se ha abierto a nivel mundial.